El bruxismo es una patología que sufre gran parte de la población, aunque muy pocos llegan a ser conscientes de ello. Si sufres de grandes dolores de mandíbula, de cabeza, cuello u oídos, es probable que padezcas de esta patología tan común.
Para poder actuar sobre el neurotransmisor y bloquearlo, se hace uso de la toxina botulínica infiltrada en la zona afectada. El paciente comenzará a notar los cambios a partir de las 48 horas y conforme vayan pasando los días sentirá la musculatura mucho más relajada y sin dolencias.